Verdad. Simple y clara. Llevando libertad y Luz, sin embargo también severidad y justicia. Eterna, inmutable Verdad.
La Verdad, en su natural sencillez, puede ser comprendida por todas las personas. Ella puede ser encontrada en las leyes de la naturaleza, como en las leyes de la física y aún mismo en la vida cotidiana, si en realidad la quieran ver. La Verdad muestra el camino para el despertar espiritual, recuperando la armonía perdida y el camino para la vida en conformidad con la voluntad de Dios, que independe de los deseos humanos. Actuando sabidamente, aquel quien se esfuerza para conocer la Verdad, vivirá en conformidad con ella.
El libro En la Luz de la Verdad es una fuente de conocimiento puro para todos aquellos quienes sinceramente buscan por la Verdad. Leer el libro requiere atención para sentir la lectura a través del espíritu, pero también requiere un examen irrestricto. Informaciones adicionales sobre el libro pueden ser encontradas en el texto introductorio para orientación.
La traducción de las ediciones originales de los libros En la Luz de la Verdad, Mensaje del Grial de Abdrushin y Resonancias del Mensaje del Grial , en el idioma español, contienen, juntos 201 disertaciones. Si usted desea hacer el download del libro En la Luz de la Verdad en formato electrónico, haga click en la imagen del libro en el contenido de la pagina.
Las disertaciones de las Resonancias del Mensaje del Grial son extensiones del Mensaje. Quien quiera comprenderlas debe conocer el Mensaje. Es un conjunto que debe ser seguido en la secuencia prescrita, para que se torne un conocimiento verdadero. (Las disertaciones no disponibles en este link están siendo traducidas. Si desee presentarse como voluntario para nos ayudar en los trabajos de traducciones, por favor entre en contacto.)
¡La palabra es que debe ser sometida a examen, no la persona! Pero es costumbre de los seres humanos de intelecto que uno busque primero focalizar a la persona, para después considerar si pueden prestar oídos a sus palabras. Éstos, en su estrecha limitación de la capacidad de comprensión, necesitan tal apoyo exterior, porque tienen que agarrarse a exterioridades, a fin de no confundirse. Esa es la construcción vacía que ellos mismos levantan y que es inaprovechable para los seres humanos, y un gran obstáculo para el progreso.
Jesús anunció la Verdad. Por consiguiente, sus palabras deben de contener también todas las verdades de otras religiones. Él no quiso fundar una iglesia, pero sí mostrar a la humanidad el verdadero camino, el cual puede seguir igualmente a través de las verdades de otras religiones. Por eso también es que se hallan en sus palabras tantas consonancias con las religiones ya existentes en aquél tiempo.
¡Creer sin comprender es solamente indolencia, pereza mental! Eso no lleva al espíritu hacia las alturas, al contrario, lo oprime. Por consiguiente, yergamos la mirada, debemos examinar e investigar. No es sin razón que dentro de nosotros tengamos el impulso para ello.
Incluso, quién no conoce las palabras de Jesús y anhela de modo sincero a la Verdad y el ennoblecimiento ya vive muchas veces enteramente en el sentido de esas palabras y por eso marcha con seguridad también hacia una creencia pura y el perdón de sus pecados.
Producto de la ley eterna, una obligación de expiación inalterable pesa sobre vosotros, la cual jamás podréis pasar hacia otros. ¡Aquello con lo que os sobrecargáis ante vuestros pensamientos, palabras o acciones, nadie más, sino vosotros mismos, puede rescataros! Reflexionad bien, pues de otro modo la justicia divina sería solamente un sonido hueco, cayendo todo lo demás con ella en ruinas.
El nacimiento y la muerte, los polos inseparables de toda la existencia en la Tierra, no debían constituir ningún misterio para las criaturas humanas.
El verdadero inicio de la existencia de una persona es siempre bueno, y para muchas también el fin, a excepción de aquellas que se pierden por si solas, por haber, voluntariamente, a través de sus resoluciones, tendido la mano hacia el mal, lo cual, por su parte, les hundió completamente hacia la miseria.